El magazine o cartucho de 8 pistas
El Cartucho de 8 pistas (también llamado "Magazine" en Argentina u "ocho track" en España), es un dispositivo basado en la cinta magnética para grabación de sonido, popular desde mediados de los años 60 hasta principios de los 80. Fue creado en 1964 por un consorcio encabezado por Bill Lear de la Corporación Lear Jet, en unión con las empresas Ampex, Ford, Motorola y RCA Records.
Originalmente, para la grabación y reproducción de sonido mediante cinta magnética fue usada la grabadora de carrete abierto, ampliamente disponible al público a finales de los años 40. Sin embargo, insertar la cinta en las grabadoras era más difícil que reproducir un disco de acetato de vinilo. Para soslayar esta dificultad, los fabricantes presentaron diversas cajas o cartuchos que contenían la cinta dentro de un contenedor metálico o plástico, lo que eliminaba el manejo directo de la cinta. El primero de estos fabricantes fue RCA, empresa que en 1958 introdujo un sistema de cartucho de cinta conocido en idioma inglés como RCA Tape Cartridge (Cartucho de cinta RCA), pero hasta la introducción del casete en 1963 y el Cartucho de 8 pistas en 1965, ninguno de los formatos presentados al mercado fue exitoso.
El fundamento de este formato se encuentra en el cartucho de cinta sin fin diseñado en 1952 por el inventor estadounidense Bernard Cousino, alrededor de un único carrete que contenía una cinta magnética estándar hecha de plástico, de 1/4 de pulgada (0,635 cm) de ancho y recubierta de óxido de hierro que se desplazaba a 3,75 pulgadas/seg (9,525 cm/seg). Cada una de las partes en que es dividida la música grabada en estas cintas, se denomina programa. El programa de audio comienza y se detiene donde lo indique la señal producida por una pieza metálica delgada de 1 pulgada de largo que activa el sensor de cambio de pista.
Magazine por dentro. |
El también estadounidense George Eash diseñó un cartucho en 1954, denominado comercialmente Fidelipac. La fabricación del cartucho de Eash fue posteriormente concedida bajo licencia a diversos fabricantes, en particular, la empresa Collins Radio Corporation, la cual presentó un sistema de cartuchos para radiodifusión en la exhibición anual de 1959 de la National Association of Broadcasters (Asociación Nacional de Radiodifusores de Estados Unidos). Los cartuchos Fidelipac (también llamados "carts" por los DJs e ingenieros de radio) fueron usados por muchas estaciones de radio para la difusión y grabación de pautas comerciales, jingles y otras aplicaciones de corta duración hasta finales de los 1990 cuando la reproducción digital tomó su lugar. Más tarde, Eash fundó Fidelipac Corporation para fabricar y distribuir cintas y grabadoras, así como lo hicieron muchos otros incluyendo Audio-Pak (Audio Devices Corporation).
Hubo varios intentos para vender sistemas de audio para automóviles, comenzando con el "Hiway Hi-Fi" de Chrysler a finales de los años 50, el cual usaba discos. Sin embargo, el empresario estadounidense Earl Muntz vio un potencial en los "cartuchos para radiodifusión" para crear un sistema de música para automóviles. En 1962, presentó su sistema estéreo Stereo-Pak de cartuchos de 4-pistas (dos programas, cada uno consistiendo de dos pistas) y las cintas respectivas, en los estados estadounidenses de California y Florida. Él contrató el uso bajo licencia de álbumes de música popular pagando a las principales compañías de discos y los duplicó en esos cartuchos de 4 pistas, también llamados "CARtridges", como fueron anunciados por primera vez.
La popularidad, tanto de los cartuchos de 4 pistas como los de 8, creció a partir del auge de la industria del automóvil. En septiembre de 1965, Ford Motor Company presentó reproductores de 8 pistas instalados en fábrica y por el concesionario como una opción en tres de sus modelos de 1966 (Mustang, Thunderbird y Lincoln) y RCA presentó 175 cartuchos de música pre-grabada de sus artistas. Para los modelos de 1967, todos los vehículos de Ford ofrecían el reproductor para cartuchos de 8 pistas, como una opción de actualización. Gracias al apoyo de Ford, el formato de ocho pistas rápidamente se impuso sobre el formato de cuatro, que Muntz abandonó por completo a finales de 1970.
A pesar de sus problemas, el formato ganó popularidad constante debido a su conveniencia y portabilidad. Los reproductores para uso casero que fueron presentados en 1966 permitieron a los consumidores usar sus cintas en estos sistemas domésticos y los portátiles. Los reproductores de cartucho del tipo [boombox] también fueron populares. Con la disponibilidad de sistemas de cartuchos para el hogar, los consumidores comenzaron a pensar en estos como una alternativa viable frente a los discos de vinilo, no sólo por su conveniencia para el automóvil. En el transcurso de un año, las ediciones pregrabadas en el formato de ocho pistas comenzaron a llegar dentro del período de un mes de lanzamiento de la edición en vinilo. Los grabadores de ocho pistas habían ganado popularidad al inicio de los años 70.
Con la introducción de los sistemas cuadrafónicos, surgieron cartuchos de 8 pistas de este tipo, presentados por RCA Records en septiembre de 1970 y llamados inicialmente Quad 8 y después Q8, los cuales fueron producidos a instancias de fabricantes ansiosos de promover reproductores especiales para automóviles como una opción costosa. Este formato disfrutó en Estados Unidos de moderado éxito por un tiempo, pero desapareció a mediados de la década de los 70. Estos cartuchos son muy apreciados por los coleccionistas, ya que proporcionan cuatro canales de sonido discreto, a diferencia de los formatos que requieren decodificación matricial como el SQ. La mayoría de los álbumes cuadrafónicos se mezclaron especialmente para el formato Quad 8.
Hubo diversas razones para la decadencia del formato de cartucho. Aunque el formato de cassette ofrecía, respecto al cartucho, características tales como su reducido tamaño y la capacidad de rebobinado, la velocidad de arrastre de la cinta era la mitad del cartucho, lo que en teoría producía un sonido de baja calidad. Sin embargo, el desarrollo constante del cassette lo convirtió en un medio de alta fidelidad ampliamente difundido. Otro factor fue el costo de las cintas en blanco o vírgenes y los respectivos grabadores, puesto que los sistemas a cassette tendían a ser más económicos. Hubo un esfuerzo sostenido por parte de las empresas discográficas de los Estados Unidos para reducir el número de diferentes formatos ofrecidos al final de los años 70 y, cuando las ventas de los cartuchos de 8 pistas decayeron, éstas rápidamente abandonaron el formato. Esto no se debió a la inherente debilidad del cartucho, aunque los últimos en salir al mercado se fabricaron con materiales económicos, pero de baja calidad; en cambio, el cartucho para radiodifusión sobrevivió en más de una década en la mayoría de las estaciones radiales estadounidenses para la reproducción de jingles, publicidad, identificación de las emisoras y contenido musical hasta su reemplazo con métodos informáticos en los años 90. Estos cartuchos eran usados en aplicaciones donde era importante la reproducción de sonidos de corta duración y no el acceso a las pistas.
Los reproductores de 8 pistas se hicieron cada vez menos comunes en los hogares y los automóviles a finales de los años 70. En el momento en el que llegó el disco compacto al mercado de Estados Unidos, entre 1982 y 1983, el cartucho de 8-pistas había disminuido considerablemente en popularidad, aunque en otros países de Latinoamérica ya ese formato se había abandonado y era popular el cassette. Aunque el formato de 8 pistas es, a menudo, considerado erróneamente como un fracaso hoy en día, en el momento de su lanzamiento fue un gran éxito, desde el punto de vista comercial. Fue el primer formato verdaderamente portátil de música, llegando al mercado de masas y dando al público la posibilidad de llevar su música favorita en el automóvil, en la playa, o en cualquier otro lugar. Aún hoy, a más de 40 años de su debut, el cartucho de 8 pistas es un objeto de culto, entre ávidos coleccionistas.
Mi colección
Al día de la fecha, mi colección cuenta con 12 magazines.
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